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Pronto se acercan fechas especiales para todas las familias y es momento de degustar los mejores artículos en nuestra mesa. Como siempre, los jamones son un must have para los amantes de la gastronomía patria. Pero, ¿qué esperar al degustar este tipo de alimentos? Cuando consumimos un jamón de calidad, éste debe cumplir con una serie de requisitos. ¡Desde Vallejo te contamos los parámetros a tener en cuenta para un bocado insuperable!
Cuando decidimos añadir este plato a cualquier comida o cena, la textura es parte fundamental para un resultado delicioso. Como hemos indicado en alguna ocasión, el jamón está determinado por el tejido muscular de la paleta y por una distribución bien equilibrada entre grasa y carne.
En este sentido, la calidad de un jamón se ve favorecida con la terneza, que facilita el corte y permite una mejor masticación. Es decir, una experiencia gustativa ideal.
Si bien es cierto que durante los últimos años la grasa del jamón ha sido menospreciada por muchos, actualmente sabemos que se trata de un elemento clave etiquetado como saludable. Y no sólo eso, también forma parte de la correcta degustación de cualquier loncha.
En este sentido, la grasa del jamón viene determinada por el tipo de alimentación que se ha seguido en el proceso de crianza. Y, aunque no lo creas, los jamones de calidad deben contar sí o sí con una importante cantidad de la misma.
Otro de los aspectos que esperamos al degustar jamones de gran calidad es la jugosidad que se percibe al comerlos. Teniendo en cuenta lo comentado anteriormente, una pieza con una cantidad equilibrada de grasa contará con la posibilidad de liberar suficiente jugo para estimular la salivación. De este modo, la experiencia es mucho más intensa y deliciosa.
¡Por supuesto! Todo suma para conseguir un resultado de 10. En este caso, el color de la pieza depende directamente de los niveles de mioglobina, que es el pigmento propio de la carne.
En el caso de un jamón de buena calidad, el color tiene que ser más bien oscuro, hecho que se relaciona con el tiempo de maduración al que se ha sometido durante la fase de elaboración.
Cómo no, es imposible dejar a un lado el sabor de la pieza o loncha. Es la sensación percibida por nuestro paladar y en la que influyen diferentes elementos, como el aroma. Si bien es cierto que la percepción de cada uno es diferente, lo normal es que tenga un sabor intenso con un ligero toque salado.
Ahora que ya sabes lo que debes esperar de un jamón de calidad, apuesta por las mejores piezas para sorprender a tus invitados y comensales. Desde Vallejo estaremos esperándote. ¡No te separes de nosotros!
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